Tras el proceso electoral de 2014/2015, la representación femenina en el Órgano Ejecutivo, tanto a nivel nacional, como departamental y municipal, es mínima, lo cual significa la persistencia de brechas de desigualdad en la representación política de mujeres y hombres en estas instancias del Estado.

En la presente gestión gubernamental, la presencia de mujeres en los ministerios ha sufrido una suerte de estancamiento con relación a gestiones pasadas, casi retroceso. En 2015, de 21 carteras ministeriales, 7 fueron ocupadas por mujeres; actualmente (2018), de 20 carteras, 4 son ocupadas por mujeres (20%).

A nivel departamental, no existe una sola mujer al mando de una gobernación (0%); todas las máximas autoridades de estas instancias son hombres. En tanto, en los gobiernos municipales, la representación femenina es sólo del 8%, un ligero incremento con relación al 6,5% que dejó el proceso electoral de 2010.

Cabe recordar que el artículo 11 de la Ley de Régimen Electoral (026), de junio de 2010, establece que las listas de candidatas y candidatos respetarán la paridad y alternancia de género, aspecto que no se aplica actualmente.