En 1997, la presencia de las mujeres en la Cámara de Diputados era de un 12% y en la de Senadores, 4%. Tras los últimos comicios nacionales (2014), dicha representación es de 51% y 44%, respectivamente. En casi dos décadas, la participación política de las mujeres dio importantes pasos en términos de paridad, particularmente en el Órgano Legislativo.

En 1997, la Ley de Cuotas estableció la obligatoriedad para los partidos políticos de incorporar como candidatas a mujeres. Para comenzar, ese año hubo una senadora, lo que representaba el 4% de un total de 27; mientras, en la Cámara de Diputados hubo 15 mujeres, es decir, 12% de un total de 130 curules.

En 2002 se registró un ascenso con 4 senadoras, es decir, 15% de un total de 27, y 24 diputadas, es decir, un 18% de un total de 130.

En 2005 se verificó una baja sustancial: 1 senadora, es decir, un 4% de un total de 27, y 22 diputadas, es decir, 7% de un total de 130.

En 2009 hubo un salto cuantitativo con 16 senadoras, 44% de un total de 27, y 30 diputadas, esto representaba un 23% del total de 130.

Desde 2014 al presente (2018) forman parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional 82 mujeres. Un total de 66 diputadas, es decir, 51% de un total de 130, y 16 senadoras, que corresponde al 44,4% de un total de 36.

Sin duda, el avance es significativo en términos de paridad. Sin embargo, ésta debe ser profundizada todavía en otros ámbitos de poder, como las presidencias de las Cámaras, donde los hombres ocupan la mayoría de las presidencias de comisiones, tanto en Diputados como en Senadores.//