La licenciatura es el nivel de formación predominante entre las asambleístas nacionales

La licenciatura es el nivel de formación predominante entre las asambleístas nacionales

2020-01-17


Un cuarto (25%) de las diputadas y senadoras de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) alcanzó la licenciatura como máximo nivel de formación académica. En tanto, un 31,9% tenía como ocupaciones previas a la función política actividades que no están clasificadas como trabajo o empleo, eran estudiantes, amas de casa y/o realizaban servicios a organizaciones sociales y/o sindicales.

Estos datos forman parte del estudio La desigualdad de género en un contexto de paridad: Discriminación, acoso y violencia política en la Asamblea Legislativa Plurinacional, realizado por la Coordinadora de la Mujer, IDEA Internacional y la Universidad Mayor de San Andrés en 2016. La segunda edición de esta investigación fue publicada en 2019.

El capítulo cuarto, referido al perfil sociodemográfico de las asambleístas plurinacionales, incluye un apartado sobre el nivel educativo y otro sobre las ocupaciones de las legisladoras, antes de que asumieran sus cargos. Sobre lo primero, 25% alcanzó la licenciatura; 13,3%, un nivel universitario incompleto; 9,6%, maestría; y 2,4, doctorado.

Si bien se registran niveles de educación superiores, como licenciatura, técnico (10,8%) y normalista (2,4%), la presencia de mujeres con únicamente nivel de primaria o secundaria es significativa, hecho que es utilizado como argumento para la discriminación. La presencia de asambleístas que cursaron primaria y secundaria (algunas no completaron estos ciclos) y que no accedieron a la educación superior representa el 35,5% (ver tabla).

De acuerdo con el estudio, el nivel educativo de las legisladoras es un indicador de la ruptura del modelo letrado tradicional, que establecía una serie de requisitos para acceder a la representación política nacional, entre ellos la educación superior.

“Los datos expuestos  muestran el giro en la concepción de la democracia representativa que rompe con pautas tradicionales en la composición social de la ALP: presencia de asambleístas mujeres en paridad con la representación masculina; incursión –todavía minoritaria–, de mujeres jóvenes; más de la mitad se autoidentifica como perteneciente a una nación pueblo indígena originario; drásticos cambios culturales expresados en el idioma y la vestimenta; una importante participación de población con educación superior, pero también un tercio que ha cursado tan solo algún nivel escolar (primaria o secundaria)”, concluye la investigación.

Ocupación

Antes de ser diputadas o senadoras, el 31,9% de las legisladoras eran estudiantes, amas de casa o brindaban servicios a organizaciones sociales y/o sindicales. Mientras, el 21,7% se dedicaba a la administración pública y el 20,5%, a la dirigencia social o sindical.

Este último dato muestra la importancia que ésta tiene como vehículo de acceso a la carrera y a la representación política. Si bien en algunos casos se las ha declarado como actividad ocupacional, se puede afirmar que, al margen de esta información, la mayoría de las asambleístas tenían una previa trayectoria dirigencial en sus sectores.