La violencia familiar en Bolivia es una
realidad estructural: entre 2013 y 2023 se incrementó casi tres veces el valor
inicial, según una estimación de la Coordinadora de la Mujer con base en datos
de la Fiscalía General del Estado (FGE). Se trata de la forma de violencia -una
de las 16 reconocidas por la Ley 348, Ley Integral para Garantizar a las
Mujeres una Vida Libre de Violencia- más prevalente en Bolivia.
Entre los 13.314 casos registrados por la FGE en 2013 y los 39.096 de 2023, el incremento es de 193%. Cabe mencionar que desde 2016, el número de denuncias por este delito se mantiene por encima de los 30.000 casos y fue el delito más denunciado en 2023 (66%). Si bien la violencia familiar o doméstica afecta a ambos sexos, conforme establece la Ley N° 348, las mujeres son las principales víctimas (89? los casos), según datos del Dossier Estadísticas de Seguridad Ciudadana 2017-2022 del Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana y Lucha Contra las Drogas.
El gráfico muestra el incremento sostenido
de violencia familia, con un aumento considerable a partir del año 2016 que va
en ascenso en los siguientes años, llegando a elevarse con los valores más
altos en 2022 y 2023.
La violencia familiar en 2023 fue más
frecuente en mujeres cuya edad oscila entre 18 y 29 años (35%) y entre 30 y 39
años (31%), seguido de 40 a 49 años (17%); 50 a 59 años (6%); menores de 18
(4%); 60 a 69 años (3%); más de 70 (2%); e indeterminado (1%). Estos
porcentajes dan cuenta de que el riesgo de sufrir agresiones físicas,
psicológicas, sexuales o de otra índole por personas del medio familiar
acompaña a las niñas, adolescentes y adultas durante toda su vida, según revela
el boletín Warmi Cifras del citado documento.
El artículo 272 bis
de la Ley 348 refiere sobre la violencia familiar o doméstica: “Quien agrediere
físicamente, psicológica o sexualmente dentro los casos comprendidos en el
numeral 1 al 4 del presente Artículo incurrirá en pena de reclusión de dos (2)
a cuatro (4) años, siempre que no constituya otro delito. 1) El cónyuge o
conviviente o por quien mantenga o hubiera mantenido con la víctima una
relación análoga de afectividad o intimidad, aún sin convivencia; 2) La persona
que haya procreado hijos o hijas con la víctima, aún sin convivencia. 3) Los
ascendientes o descendientes, hermanos, hermanas, parientes consanguíneos o afines
en línea directa y colateral hasta el cuarto grado; 4) La persona que estuviere
encargada del cuidado o guarda de la víctima, o si ésta se encontrara en el
hogar, bajo situación de dependencia o autoridad; y en los demás casos la parte
podrá hacer valer su pretensión por ante la vía correspondiente.”
En 2023, un promedio de 107 mujeres por
día fueron víctimas de Violencia Familiar en Bolivia; sin embargo, la
incidencia real de este problema estructural es desconocida. El incremento de denuncias
en la última década puede no corresponder a un aumento real de agresiones;
probablemente se denuncian más casos porque las mujeres disponen de mayor
información y están más conscientes de sus derechos, además que cuentan con el
apoyo social.
Hasta el 24 de junio de 2024 la Fiscalía General reporta 24.126 denuncias de violencia en razón de género relacionadas a la Ley 348, de las cuales la violencia familiar registra 18.239 casos, y sigue siendo el delito con mayor incidencia de denuncias en el país.
Apoyo de organizaciones
En Bolivia hay lugares que ofrecen apoyo a
mujeres en situación de violencia. A continuación, te ofrecemos el enlace del
directorio de organizaciones diversas de mujeres y de la sociedad civil que
desarrollan acciones por una vida libre de violencia, creado por la
Coordinadora de la Mujer y Oxfam, con el apoyo del Servicio Plurinacional de la
Mujer y de la Despatriarcalización: https://modmu.aacbar.com/
El directorio cuenta con más de 300 defensoras y defensores de derechos de las mujeres y las diversidades sexuales a nivel nacional, puedes contactarlas para recibir asesoramiento y respaldo. Ellas están dispuestas a orientarte en tu proceso de denuncia, indicar a qué instancias de gobierno dirigirte y, en algunas situaciones, proporcionarte resguardo, amparo y asistencia.