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INVESTIGACIONES/LIBROS
Bolivia hacia la democracia paritaria: avances, rezagos, desafíos. Monitoreo ISOQuito Bolivia 2023
Articulación Feminista Marcosur AFM - ONU Mujeres
Bolivia, antaño uno de los países más empobrecidos de América Latina, ha atravesado una serie de cambios estructurales significativos durante el período analizado por el proyecto ISOQuito (2007-2023). Estos cambios se inscriben en el contexto de un período de crecimiento económico y reducción de la pobreza en América Latina entre 2000 y 2015. Los avances en la disminución de la pobreza en más de 20 puntos entre 2005 y 2014, así como en la reducción de la desigualdad, reflejan logros similares en la región, impulsados por el auge de las materias primas y una corriente político-económica que priorizaba el mercado interno, los derechos y las políticas redistributivas. Este proceso, sin embargo, no estuvo exento de desafíos, ya que Bolivia enfrentaba no solo problemas estructurales de pobreza y desigualdad, sino también de racismo arraigado, lo que requería abordajes específicos desde una perspectiva de género.
Una de las transformaciones más notables fue la Asamblea Constituyente de 2009, que resultó en una nueva Carta Constitucional estableciendo el Estado Plurinacional bajo principios de unidad, igualdad e inclusión, incluyendo una perspectiva de género para la búsqueda del Vivir Bien. Esta lucha por la igualdad de género se entrelazó con la lucha contra el racismo y el reconocimiento de los pueblos originarios, lo que contribuyó a un incremento sustancial en la representación política femenina. A pesar de estos avances, el camino hacia un desarrollo más equitativo se vio interrumpido por crisis políticas, como la transición gubernamental en 2019 y la pandemia de COVID-19, que socavaron gran parte del progreso político y social gestado desde mediados de la década de 2000.
Articulación Feminista Marcosur AFM - ONU Mujeres
Bolivia, antaño uno de los países más empobrecidos de América Latina, ha atravesado una serie de cambios estructurales significativos durante el período analizado por el proyecto ISOQuito (2007-2023). Estos cambios se inscriben en el contexto de un período de crecimiento económico y reducción de la pobreza en América Latina entre 2000 y 2015. Los avances en la disminución de la pobreza en más de 20 puntos entre 2005 y 2014, así como en la reducción de la desigualdad, reflejan logros similares en la región, impulsados por el auge de las materias primas y una corriente político-económica que priorizaba el mercado interno, los derechos y las políticas redistributivas. Este proceso, sin embargo, no estuvo exento de desafíos, ya que Bolivia enfrentaba no solo problemas estructurales de pobreza y desigualdad, sino también de racismo arraigado, lo que requería abordajes específicos desde una perspectiva de género.
Una de las transformaciones más notables fue la Asamblea Constituyente de 2009, que resultó en una nueva Carta Constitucional estableciendo el Estado Plurinacional bajo principios de unidad, igualdad e inclusión, incluyendo una perspectiva de género para la búsqueda del Vivir Bien. Esta lucha por la igualdad de género se entrelazó con la lucha contra el racismo y el reconocimiento de los pueblos originarios, lo que contribuyó a un incremento sustancial en la representación política femenina. A pesar de estos avances, el camino hacia un desarrollo más equitativo se vio interrumpido por crisis políticas, como la transición gubernamental en 2019 y la pandemia de COVID-19, que socavaron gran parte del progreso político y social gestado desde mediados de la década de 2000.