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Pronunciamiento NO MAS MUJERES OBJETO



Mientras los avances en la publicidad exigen y desafían mayor responsabilidad y esfuerzos creativos, en el país persisten expresiones de algunas personas vinculadas al ámbito publicitario y de la comunicación para mostrar a las mujeres como objetos, apelando y repitiendo patrones y estereotipos sexistas.

Este peligroso imaginario refuerza la mirada de subyugación y naturalización de la discriminación contra las mujeres, en una sociedad en la que las cifras de violencia, violencia sexual y feminicidio continúan siendo dramáticas.

No es un hecho aislado y  tiene consecuencias en la reproducción de la imagen de la mujer como  objeto que acompaña algún producto, o que sirve de fetiche para el mismo. Repercute en el imaginario social señalando que las mujeres son productos equiparables a objetos, perspectiva que es parte de un sistema patriarcal de violencia a las mujeres y a sus cuerpos.

En Bolivia se han producido importantes avances normativos que reconocen la violencia mediática y la necesidad de transformar los paradigmas comunicacionales y  publicitarios, para no difundir “mensajes e imágenes estereotipadas que promueven la sumisión y /o explotación de mujeres..” y “evitar faltas relacionadas con la difusión de mensajes discriminatorios que inciten al desprecio o violencia” (Ley N°348 Integral contra la Violencia a la Mujer, Ley N° 045 contra el Racismo y Toda forma de Discriminación, entre otras).

Asimismo, convenciones y tratados internacionales, que hacen parte de nuestro bloque de constitucionalidad, indican los peligros de los estereotipos transmitidos por los medios de comunicación que acentúan la violencia y desigualdades basadas en el género. “…La utilización de mujeres y niñas como objetos  sexuales,  y  la  pornografía, son factores que contribuyen a  que  se  perpetúe  esa  violencia…”, señala la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing al respecto.

En este sentido, desde la mirada de la autoregulación de los medios de comunicación es necesario contar con una visión responsable que permita tener directrices editoriales,  que eviten reforzar estereotipos machistas que inciden en el incremento de la violencia en nuestra sociedad.  

Se debe ir más allá, hacer una firme y convencida apuesta por otra forma de comunicación, que realmente sea creativa y que, de ninguna manera, atente contra los derechos humanos y en particular, en contra los derechos de las mujeres. Es fundamental profundizar los importantes esfuerzos que han hecho algunas empresas, publicistas y medios en el país para superar las taras del sexismo en la publicidad.

El desafío pasa también por que las autoridades puedan garantizar la aplicación de la normativa y desarrollar acciones efectivas para  evitar los estereotipos de género y la comunicación sexista en los medios y en los anuncios publicitarios, asumiendo a la recomendación 16 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer al Estado Plurinacional de Bolivia.

La violencia contra las mujeres es una realidad que maltrata y daña día a día a la sociedad boliviana. Depende de cada uno de los actores, medios de comunicación, publicistas y empresas, ser parte del problema o ser parte de la solución.

Convocamos a la opinión pública a demandar nuevas formas de comunicación, libres de estereotipos, libre de sexismo, y  a rechazar enfáticamente estas expresiones. Sólo así podemos avanzar en la lucha contra la violencia hacia las mujeres.  #OtraComunicaciónEsPosible

 

13 de Septiembre del 2016

País:    Bolivia

Pronunciamiento NO MAS MUJERES OBJETO



Mientras los avances en la publicidad exigen y desafían mayor responsabilidad y esfuerzos creativos, en el país persisten expresiones de algunas personas vinculadas al ámbito publicitario y de la comunicación para mostrar a las mujeres como objetos, apelando y repitiendo patrones y estereotipos sexistas.

Este peligroso imaginario refuerza la mirada de subyugación y naturalización de la discriminación contra las mujeres, en una sociedad en la que las cifras de violencia, violencia sexual y feminicidio continúan siendo dramáticas.

No es un hecho aislado y  tiene consecuencias en la reproducción de la imagen de la mujer como  objeto que acompaña algún producto, o que sirve de fetiche para el mismo. Repercute en el imaginario social señalando que las mujeres son productos equiparables a objetos, perspectiva que es parte de un sistema patriarcal de violencia a las mujeres y a sus cuerpos.

En Bolivia se han producido importantes avances normativos que reconocen la violencia mediática y la necesidad de transformar los paradigmas comunicacionales y  publicitarios, para no difundir “mensajes e imágenes estereotipadas que promueven la sumisión y /o explotación de mujeres..” y “evitar faltas relacionadas con la difusión de mensajes discriminatorios que inciten al desprecio o violencia” (Ley N°348 Integral contra la Violencia a la Mujer, Ley N° 045 contra el Racismo y Toda forma de Discriminación, entre otras).

Asimismo, convenciones y tratados internacionales, que hacen parte de nuestro bloque de constitucionalidad, indican los peligros de los estereotipos transmitidos por los medios de comunicación que acentúan la violencia y desigualdades basadas en el género. “…La utilización de mujeres y niñas como objetos  sexuales,  y  la  pornografía, son factores que contribuyen a  que  se  perpetúe  esa  violencia…”, señala la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing al respecto.

En este sentido, desde la mirada de la autoregulación de los medios de comunicación es necesario contar con una visión responsable que permita tener directrices editoriales,  que eviten reforzar estereotipos machistas que inciden en el incremento de la violencia en nuestra sociedad.  

Se debe ir más allá, hacer una firme y convencida apuesta por otra forma de comunicación, que realmente sea creativa y que, de ninguna manera, atente contra los derechos humanos y en particular, en contra los derechos de las mujeres. Es fundamental profundizar los importantes esfuerzos que han hecho algunas empresas, publicistas y medios en el país para superar las taras del sexismo en la publicidad.

El desafío pasa también por que las autoridades puedan garantizar la aplicación de la normativa y desarrollar acciones efectivas para  evitar los estereotipos de género y la comunicación sexista en los medios y en los anuncios publicitarios, asumiendo a la recomendación 16 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer al Estado Plurinacional de Bolivia.

La violencia contra las mujeres es una realidad que maltrata y daña día a día a la sociedad boliviana. Depende de cada uno de los actores, medios de comunicación, publicistas y empresas, ser parte del problema o ser parte de la solución.

Convocamos a la opinión pública a demandar nuevas formas de comunicación, libres de estereotipos, libre de sexismo, y  a rechazar enfáticamente estas expresiones. Sólo así podemos avanzar en la lucha contra la violencia hacia las mujeres.  #OtraComunicaciónEsPosible

 

13 de Septiembre del 2016

País:    Bolivia