Plataformas juveniles actualizan agenda de propuestas de políticas públicas para enfrentar la crisis sanitaria


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29 de noviembre de 2020 (II/CM).- Desde el fortalecimiento del sistema epidemiológico del país, pasando por la creación de planes urgentes de empleo, hasta la implementación de un gobierno abierto para garantizar el control social y la participación ciudadana, las juventudes bolivianas se plantean nuevos desafíos a la luz de la llegada del COVID-19 a Bolivia. Este sábado, más de un centenar de jóvenes representantes de plataformas juveniles de todo el país iniciaron un trabajo de actualización de la Agenda de Propuestas de Políticas Públicas desde las Juventudes que construyeron en 2018.

Según Yerko Rodríguez, coordinador de Juventudes de Protagonistas: Paridad-Poder-Juventudes, iniciativa de IDEA Internacional y la Coordinadora de la Mujer, el objetivo de este espacio es enriquecer la agenda de incidencia política de las juventudes bolivianas y que ésta se convierta en una “herramienta” de diálogo con el Estado. “En este momento, en los niveles nacional y subnacional de Gobierno se están tomando decisiones para impulsar la reactivación económica, para fortalecer el sistema de salud y otros temas que son prioritarios en el contexto del COVID-19. Como miembros de la sociedad civil organizada, ustedes deben ser parte del diálogo con el Estado”, les dijo a los 110 jóvenes que confluyeron en un encuentro virtual.

La Agenda de Propuestas de Políticas Públicas desde las juventudes es un documento que recoge las visiones, expectativas y propuestas de las y los jóvenes a corto y mediano plazo, en la perspectiva de ser referentes para la planificación de la gestión estatal. Fue construida hace dos años en el marco de un amplio proceso participativo y está dividida en siete ejes estratégicos: desarrollo humano integral; desarrollo económico sostenible; desarrollo científico y tecnológico; armonía con la naturaleza; despatriarcalización; gobierno e institucionalidad; y derechos con inclusión social.

Cada uno de estos ejes fue revisado por las y los jóvenes, a la luz de la crisis global de mayor alcance y profundidad que haya sacudido el mundo, y que tocó tierra también en Bolivia en marzo de este año, trastocando la economía, la política, la cultura y la sociedad en su conjunto: la pandemia del COVID-19.

Para el grupo de jóvenes que analizó el eje de desarrollo humano integral, el fortalecimiento del sistema de salud, con énfasis en el ámbito epidemiológico, adquiere una importancia crucial en esta coyuntura. “Se debe garantizar la vacuna contra el COVID-19 de forma gratuita”, apuntó un joven. “Hay que evaluar la educación en Bolivia y repensarla desde un contexto de crisis sanitaria”, dijo otro.

En esa misma línea, sobre desarrollo económico sostenible plantearon la implementación de un plan transitorio fiscal, programas de empleo juvenil, fomento al emprendedurismo, formación continua para jóvenes, entre otros.

Con relación al desarrollo científico y tecnológico, las y los jóvenes se refirieron al gobierno abierto como una necesidad en toda la administración pública, no sólo para transparentar los recursos públicos, sino para garantizar la participación ciudadana en el control social.

La despatriarcalización de las entidades públicas y privadas, el acceso a la justicia para las mujeres víctimas de violencia, el empoderamiento de las juventudes desde los municipios y gobernaciones y la transversalización de la participación de las y los jóvenes en todos los espacios de decisión fueron, entre otras, las demandas de las plataformas juveniles volcadas a los siete ejes de su nueva agenda de incidencia política.

“Esta es su agenda política. Los invito a que la lleven a sus regiones y que la discutan en mayor profundidad con cada una de las organizaciones de las que forman parte”, les dijo Rodríguez a las y los participantes.

La nueva legislatura de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) reproduce en su composición etaria la misma brecha generacional que la ha caracterizado en las últimas cuatro décadas: mínima presencia de jóvenes y predominio de adultos. La gestión 2020-2025 cuenta con 8,46% de legisladores menores de 30 años de edad, entre titulares y suplentes; el 91,54% restante tiene entre 31 y 71 años de edad. En ese marco, la agenda política desde las juventudes adquiere, en puertas de un nuevo proceso electoral, particular relevancia, pues marca un horizonte para las acciones de incidencia de jóvenes bolivianos que históricamente reclaman mayor inclusión en los espacios de decisión.

 



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