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EVALUACIÓN DE MEDIO TÉRMINO - PROGRAMA: “MUJERES BOLIVIANAS EN EL PROCESO DE CAMBIO: POR UN MARCO NORMATIVO CON IGUALDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO”



INFORME FINAL

RESUMEN EJECUTIVO

  • El Programa “Mujeres bolivianas en el proceso de cambio: por un marco normativo con igualdad y equidad de género” se constituye en una propuesta de transformaciones estructurales, que se adecua al momento histórico de reconstrucción estatal por el que atraviesa Bolivia a partir de la nuevas Constitución Política del Estado del 2009 y el contexto autonómico.  En ese marco, se plantea como objetivo “Contribuir a que la restructuración legislativa del Estado Boliviano en sus niveles nacionales, departamentales, municipales e indígenas, incluya el enfoque de género y los derechos de las mujeres en su  desarrollo normativo en concordancia con la Nueva Constitución Política del Estado”. Así, el Programa ha llegado a los 9 departamentos del país, 18 municipios y dos autonomías indígenas.
     
  • El Programa se asume como parte de un proceso de transformaciones estructurales de largo plazo, y cumple un rol de contribuir a estos cambios, aprovechar oportunidades e incidir en el curso de los acontecimientos, vigilando y proponiendo para que contribuyan a revertir las desigualdades y exclusiones históricas desde una perspectiva de despatriarcalización y descolonización. 
     
  • El Programa apuntó a consolidar la articulación de mujeres diversas, otorgando centralidad a las nuevas actoras (mujeres indígenas y campesinas) y a la construcción de una agenda común para la incidencia política, a través de mesas político técnicas, encuentros nacionales con sus organizaciones sociales intermedias y afiliadas, espacios de fortalecimiento de sus identidades, la articulación y vocería, así como a través de la Escuela de Dirigentas “Avanzando hacia la Despatriarcalización y Descolonización”, en la que se han fortalecido los liderazgos intermedios de las organizaciones de los niveles departamentales, regionales y locales. En ese marco, el 2011 las mujeres articuladas de 12 Organizaciones Matrices Nacionales[1] de mujeres rurales y urbanas, indígenas, campesinas, afro-descendientes, productoras, cuenta-propistas, trabajadoras del hogar y mineras, priorizaron una agenda de 23 leyes y normas para la incidencia en el proceso de re-construcción normativa tanto a nivel nacional como autonómico departamental, municipal e indígena. A la fecha, a nivel nacional las mujeres - reconocidas y valoradas como actoras políticas e interlocutoras válidas- han logrado incidir en un total de ocho leyes promulgadas, entre transversales y específicas. Se  beneficiarán de las leyes aprobadas unos 3 millones de mujeres. Las mujeres reconocen que las leyes son fundamentales pues afectaran sus vidas y las de sus hijas.
  • A nivel departamental, se han elaborado 8 propuestas desde las mujeres y el 80% de propuestas de las mujeres han sido incorporadas en la agenda política común. Sin embargo, a la fecha sólo el Estatuto de Pando ha sido aprobado.
     
  • A nivel municipal, desde el Programa se han elaborado propuestas para cada uno de los 18 municipios participantes en el Programa y un 80% de las propuestas de las mujeres han sido incorporadas en las agendas comunes. Cuatro municipios del Programa han remitido su Carta Orgánica Municipal (COM) al Tribunal Costitucional Plurinacional (TCP) - lo que equivale al 10% del total de municipios que a nivel nacional lo han hecho. En cuanto a las autonomías indígenas, originarias campesinas, se ha aprobado el Estatuto Indígena de Charagua y también se encuentra en el TCP, y en el caso de Tarabuco el proceso está en la fase final.
     
  • El Programa ha potenciado las capacidades de incidencia, sensibilización, movilización  y exigibilidad de las mujeres en todos los niveles; a nivel subnacional mujeres han sido las principales motivadoras de los procesos de las Cartas Orgánicas Municipales (COM) y los Estatutos Autonómicos Departamentales (EAD). Suman 323 las mujeres dirigentas que participaron directamente en los procesos de formación impulsados a partir del Programa, y un total de 5350 mujeres que “conocen y se amparan en la defensa de sus derechos”.
     
  • En total en todos los niveles participan 835 mujeres dirigentas y aproximadamente un 80% son reconocidas como interlocutoras válidas (actoras políticas), tanto por tomadores/as de decisión como por los medios de comunicación. Por otro lado, de manera global se ha incrementado el nivel de sensibilización de aliadas en los espacios legislativos, para la presentación, argumentación y negociación de las propuestas de leyes y normativas.  La mayor sensibilización se da a nivel nacional; a nivel departamental y municipal-indígena, factores externos relacionados con los entornos culturales conservadores y conflictos político-partidarios, hacen que una mayor cercanía de las mujeres a sus legisladoras no siempre se traduzca proporcionalmente en el reconocimiento de las mujeres como interlocutoras.  Sin embargo, cualitativamente los logros pueden ser más significativos en términos del cambio social y cultural que representan en entornos altamente conservadores.
     
  • El equipo evaluador considera que la eficacia global del Programa es alta respecto a lo que se planteó, habiendo motivado alrededor del desarrollo de propuestas e incidencia, no sólo el fortalecimiento organizativo, las articulaciones y alianzas, sino procesos de transformación personal que sustentan todo lo anterior: “Gracias a la Coordinadora de la Mujer hemos abierto los ojos”.
  • De manera global, las estrategias de articulación política y priorización han superado las metas establecidas. Sin embargo, estos porcentajes muestran variaciones a nivel departamental y municipal, que obedecen a una serie de factores políticos, sociales y culturales de contexto, así como a dinámicas complejas que no permiten tejer una lógica unívoca respecto a la correlación entre las distintas estrategias.
     
  • Desde la acción concreta, y  considerando los referentes feministas, de despatriarcalización, descolonización, interculturalidad y educación popular, el Programa ha interpelado patrones de relacionamiento y valoración tradicionales excluyentes y discriminatorios, promoviendo cambios culturales hacia la descolonización y despatriarcalización. En ese marco, la Coordinadora de la Mujer (CM) apuesta por aprovechar el contexto para una estrategia que desde los cambios normativos detone procesos más amplios de transformación del orden social y cultural vigente.
     
  • En un contexto político complejo del actual proceso de cambio, se reconoce como factor clave el liderazgo y credibilidad de la CM, así como sus capacidades de respuesta y “adaptación” a distintas coyunturas, dinamizadora, articuladora y movilizadora.  En función a lo anterior, “se ha ganado la confianza, es la única” (dirigenta) de organizaciones sociales y autoridades al más alto nivel, lo que la he permitido operar eficazmente en la construcción de alianzas, incidencia y consecución de los resultados buscados.
  • Este Programa también marca un cambio de una mirada centrada en las afiliadas a una priorización del relacionamiento y alianzas con movimientos y organizaciones sociales de mujeres.  Este cambio de enfoque responde al contexto y nuevo “pacto social”, lo que conlleva a mediano plazo y desde la experiencia concreta, reflexionar y discutir sobre el concepto de “red”, el rol y enfoque de trabajo con las afiliadas y con las organizaciones sociales como actoras de este nuevo pacto social.
     
  • En función a lo anterior, el Programa se ha implementado a partir de un modelo de gestión “de base ancha”, que marca hitos en los parámetros tradicionales de gestión de programas/proyectos de la Coordinadora de la Mujer y en términos más generales de las redes y ONGs, pues parte de a) relaciones horizontales, de alianza y co-responsabilidad con organizaciones tradicionalmente consideradas “beneficiarias” y que la CM considera “actoras políticas”; b) aprovecha y a su vez potencializa la capacidad instalada, el conocimiento del contexto, las redes y experiencias  de las afiliadas a nivel subnacional en la construcción del Programa.
     
  • El Programa ha generado muchos aprendizajes y buenas prácticas que servirán de referencia para el futuro cercano, a mediano y largo plazo. En este análisis se reconocen como factores de éxito los siguientes: a) La confianza, sustentada en relaciones horizontales y de respeto; b) la articulación entre mujeres de organizaciones sociales y mujeres de instituciones y el empoderamiento de mujeres lideresas y organizaciones de mujeres; c) el compromiso/movilización de las organizaciones de mujeres para impulsar la agenda política de las mujeres; d) el involucramiento y alianzas estratégicas con el ejecutivo y el legislativo; e) una coordinación eficiente; f) personal técnico comprometido; g) voluntad y prioridad del cumplimiento del convenio. 
     
  • En general se observa que el grado de continuidad y sostenibilidad potencial de los procesos y resultados es variado de acuerdo con los contextos, el grado de avance de las propuestas, la disponibilidad de recursos, el compromiso asumido con las acciones del Programa y su articulación con programas y redes de más largo alcance. Con todo ello, la experiencia del Programa servirá de base para la elaboración del nuevo plan estratégico y plan trienal de la CM, y la gestión correspondiente de financiamiento, lo que genera alto potencial de continuidad y profundización de los procesos y resultados, y de aprovechamiento de todos los aprendizajes, logros y condiciones generadas. Por otro lado, la articulación con planes estratégicos y operativos las afiliadas posibilita la continuidad de estrategias del Programa.
     
  • Un balance general permite al equipo evaluador concluir que la apuesta de la CM expresada en el Programa fue visionaria, y que su implementación ha permitido no sólo impactar decisivamente a nivel legal y normativo, sino generar cambios y procesos con y para las mujeres, que tienen que ver con la construcción de un movimiento de mujeres plurales y diversas, el fortalecimiento de las organizaciones, el empoderamiento y autonomía individual.
     
  • El Programa ha contribuido así a un proceso de transformación profundo, a partir del accionar político feminista crítico y en el marco de la construcción de una democracia plural.  Se están sentando las bases político – ideológicas para la transformación de las estructuras patriarcales; la consolidación y los impactos de estos procesos en la vida concreta e integral de las mujeres se verán a mediano y largo plazo.
     
  • Respecto al logro de los resultados y pronóstico hasta la finalización del Programa, el equipo evaluador coincide con la CM[2] en términos de que las metas respecto a leyes aprobadas y COMs, correspondientes al resultado 2, no se alcanzarán, por factores externos al Programa: el gobierno no ha cumplido con su oferta de promulgación de 100 leyes, que fue parte de los supuestos del Programa; los procesos autonómicos departamentales y municipales se han estancado.

 

  • En relación a los resultados 1 y 3, las probabilidades de consecución son buenas, y en el caso de algunos indicadores y metas, se han superado las metas y expectativas.

 

  • En función a todo lo anterior, las principales recomendaciones del equipo evaluador son:

 

→  Para potenciar eficacia y eficiencia

* Desarrollar una metodología y proceso participativos de análisis de situación y escenarios posibles a nivel departamental y municipal; focalizar esfuerzos en departamentos y municipios con avances en el proceso autonómico y buenas posibilidades; considerar dónde el Programa puede hacer la diferencia.

*   En ese marco, revisar/validar las propuestas de ajuste de metas del marco lógico presentadas al FIG en marzo pasado (principalmente reducción de las metas en cuanto a leyes aprobadas con enfoque de género y derechos, y reducción de un 50% en el número de COMs aprobados).

→  Continuidad/sostenibilidad

*    Desarrollar un plan de salida/continuidad o estrategia conjunta a futuro.

*   Analizar posibilidades para dar continuidad a los procesos de formación, destacando el abordaje desde el inter-aprendizaje y los contenidos innovadores.  Analizar la posibilidad de aprovechar capacidades instaladas (escuelas de afiliadas, radios, medios de comunicación). Desarrollar un espacio de intercambio entre distintas experiencias de “escuelas” para mujeres líderes/dirigentes.

*     A partir de la experiencia concreta y en articulación con los procesos de gestión de conocimiento, abrir espacios de diálogo, reflexión y construcción de propuestas a futuro en torno a distintas temáticas y con diversos actores.

→  Fortalecimiento de capacidades y gestión de conocimientos

*     Priorizar la atención en líderes mujeres con miras a las nuevas elecciones, capitalizando experiencias.

*     Seleccionar un grupo de ex participantes de la Escuela para desarrollar un proceso de “formación de formadoras”.

*     Potenciar los procesos de fortalecimiento institucional y desarrollo de capacidades de las afiliadas: Desarrollar y/o transferir herramientas, metodologías, sistemas.

*     Transferir la metodología y el sistema de monitoreo a las afiliadas.

*     Desarrollar guías de trabajo conceptuales, estratégicas, metodológicas (ej. de incidencia, construcción de alianzas) a partir de la sistematización de las experiencias.

*     En el marco de lo que ya se tiene previsto, desarrollar distintas sistematizaciones con distintos productos (ej. documentos más académicos, metodologías, cartillas, videos, etc.) para diversas audiencias/propósitos, y potenciar el intercambio de experiencias.

→  Gestión del Programa

*   Analizar el rol e involucramiento de las afiliadas en la gestión política y estratégica general del Programa, incrementando los espacios de análisis y reflexión a nivel político y estratégico, y fortaleciendo la comunicación e información, su frecuencia y regularidad.

 

→  Evaluación final

*    Realizar la evaluación final del Programa durante el primer trimestre de 2014. En función a lo anterior, se recomienda una extensión sin costo del programa.

*     Aplicar ex ante una herramienta de recuperación de aprendizajes y buenas prácticas, incluyendo el costeo de aportes de las afiliadas y organizaciones aliadas.

*     Realizar ex ante una evaluación cualitativa específica sobre el Observatorio.

*     En perspectiva de la evaluación final, desarrollar un proceso interno de reflexión y “auto-evaluación” y priorizar la realización de una “evaluación feminista”, con énfasis en las dimensiones de poder, subjetividad y desde una perspectiva de transformación social; ONU Mujeres a nivel global está trabajando en esa temática y sería interesante recoger y aplicar algunos criterios y elementos, así como aprovechar la oportunidad para aportar desde la experiencia concreta.

→ A partir y más allá del Programa

*    Desarrollar una estrategia de información y relacionamiento hacia el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, en coordinación con la oficina de ONU Mujeres en Bolivia.

*     Se plantea el desafío de avanzar hacia el diseño e implementación de políticas públicas, así como motivar/articular un trabajo multiactoral y multisectoral, en alianza con otras iniciativas se instituciones, que incorpore (estratégicamente) el trabajo con hombres desde las masculinidades y un enfoque intergeneracional.

*    A nivel interno y partir del nuevo contexto y de la experiencia con las organizaciones matrices, que representa un cambio de enfoque de trabajo que responde a los cambios y nuevo “pacto social”, se recomienda a mediano plazo reflexionar sobre el concepto de “red”, el rol y enfoque de trabajo con las afiliadas.

Puede descargar la versión íntegra del Resumen Ejecutivo al final de la página. 



[1] Las 12 organizaciones sociales son: 1. Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos De Bolivia,  AOPEB; 2. Centro Afroboliviano para el Desarrollo Integral y Comunitarlio, CADIC; 3. Confederación de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia "Bartolina Sisa", CNMCIOB-"BS"; 4. Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia , CIDOB; 5. Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia, CNAMIB; 6. Confederación Nacional de Trabajadores Por Cuenta Propia, CNTCP; 7. Confederación Sindical de Mujeres de Comunidades Interculturales de Bolivia, CSMCIB; 8. Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo, CONAMAQ; 9. Federación de Caficultores Exportadores de Bolivia, FECAFEB; 10. Federación Nacional de Cooperativas Mineras, FENCOMIN; 11. Federación Nacional de Trabajadoras de Hogar, FENATRAHOB; y 12. Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas, FERRECO

[2] Ref. propuesta y solicitud de ajustes al Marco Lógica, enviada el 12 de marzo pasado por la CM al FIG.  


20 de Septiembre del 2013
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EVALUACIÓN DE MEDIO TÉRMINO - PROGRAMA: “MUJERES BOLIVIANAS EN EL PROCESO DE CAMBIO: POR UN MARCO NORMATIVO CON IGUALDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO”



INFORME FINAL

RESUMEN EJECUTIVO

  • El Programa “Mujeres bolivianas en el proceso de cambio: por un marco normativo con igualdad y equidad de género” se constituye en una propuesta de transformaciones estructurales, que se adecua al momento histórico de reconstrucción estatal por el que atraviesa Bolivia a partir de la nuevas Constitución Política del Estado del 2009 y el contexto autonómico.  En ese marco, se plantea como objetivo “Contribuir a que la restructuración legislativa del Estado Boliviano en sus niveles nacionales, departamentales, municipales e indígenas, incluya el enfoque de género y los derechos de las mujeres en su  desarrollo normativo en concordancia con la Nueva Constitución Política del Estado”. Así, el Programa ha llegado a los 9 departamentos del país, 18 municipios y dos autonomías indígenas.
     
  • El Programa se asume como parte de un proceso de transformaciones estructurales de largo plazo, y cumple un rol de contribuir a estos cambios, aprovechar oportunidades e incidir en el curso de los acontecimientos, vigilando y proponiendo para que contribuyan a revertir las desigualdades y exclusiones históricas desde una perspectiva de despatriarcalización y descolonización. 
     
  • El Programa apuntó a consolidar la articulación de mujeres diversas, otorgando centralidad a las nuevas actoras (mujeres indígenas y campesinas) y a la construcción de una agenda común para la incidencia política, a través de mesas político técnicas, encuentros nacionales con sus organizaciones sociales intermedias y afiliadas, espacios de fortalecimiento de sus identidades, la articulación y vocería, así como a través de la Escuela de Dirigentas “Avanzando hacia la Despatriarcalización y Descolonización”, en la que se han fortalecido los liderazgos intermedios de las organizaciones de los niveles departamentales, regionales y locales. En ese marco, el 2011 las mujeres articuladas de 12 Organizaciones Matrices Nacionales[1] de mujeres rurales y urbanas, indígenas, campesinas, afro-descendientes, productoras, cuenta-propistas, trabajadoras del hogar y mineras, priorizaron una agenda de 23 leyes y normas para la incidencia en el proceso de re-construcción normativa tanto a nivel nacional como autonómico departamental, municipal e indígena. A la fecha, a nivel nacional las mujeres - reconocidas y valoradas como actoras políticas e interlocutoras válidas- han logrado incidir en un total de ocho leyes promulgadas, entre transversales y específicas. Se  beneficiarán de las leyes aprobadas unos 3 millones de mujeres. Las mujeres reconocen que las leyes son fundamentales pues afectaran sus vidas y las de sus hijas.
  • A nivel departamental, se han elaborado 8 propuestas desde las mujeres y el 80% de propuestas de las mujeres han sido incorporadas en la agenda política común. Sin embargo, a la fecha sólo el Estatuto de Pando ha sido aprobado.
     
  • A nivel municipal, desde el Programa se han elaborado propuestas para cada uno de los 18 municipios participantes en el Programa y un 80% de las propuestas de las mujeres han sido incorporadas en las agendas comunes. Cuatro municipios del Programa han remitido su Carta Orgánica Municipal (COM) al Tribunal Costitucional Plurinacional (TCP) - lo que equivale al 10% del total de municipios que a nivel nacional lo han hecho. En cuanto a las autonomías indígenas, originarias campesinas, se ha aprobado el Estatuto Indígena de Charagua y también se encuentra en el TCP, y en el caso de Tarabuco el proceso está en la fase final.
     
  • El Programa ha potenciado las capacidades de incidencia, sensibilización, movilización  y exigibilidad de las mujeres en todos los niveles; a nivel subnacional mujeres han sido las principales motivadoras de los procesos de las Cartas Orgánicas Municipales (COM) y los Estatutos Autonómicos Departamentales (EAD). Suman 323 las mujeres dirigentas que participaron directamente en los procesos de formación impulsados a partir del Programa, y un total de 5350 mujeres que “conocen y se amparan en la defensa de sus derechos”.
     
  • En total en todos los niveles participan 835 mujeres dirigentas y aproximadamente un 80% son reconocidas como interlocutoras válidas (actoras políticas), tanto por tomadores/as de decisión como por los medios de comunicación. Por otro lado, de manera global se ha incrementado el nivel de sensibilización de aliadas en los espacios legislativos, para la presentación, argumentación y negociación de las propuestas de leyes y normativas.  La mayor sensibilización se da a nivel nacional; a nivel departamental y municipal-indígena, factores externos relacionados con los entornos culturales conservadores y conflictos político-partidarios, hacen que una mayor cercanía de las mujeres a sus legisladoras no siempre se traduzca proporcionalmente en el reconocimiento de las mujeres como interlocutoras.  Sin embargo, cualitativamente los logros pueden ser más significativos en términos del cambio social y cultural que representan en entornos altamente conservadores.
     
  • El equipo evaluador considera que la eficacia global del Programa es alta respecto a lo que se planteó, habiendo motivado alrededor del desarrollo de propuestas e incidencia, no sólo el fortalecimiento organizativo, las articulaciones y alianzas, sino procesos de transformación personal que sustentan todo lo anterior: “Gracias a la Coordinadora de la Mujer hemos abierto los ojos”.
  • De manera global, las estrategias de articulación política y priorización han superado las metas establecidas. Sin embargo, estos porcentajes muestran variaciones a nivel departamental y municipal, que obedecen a una serie de factores políticos, sociales y culturales de contexto, así como a dinámicas complejas que no permiten tejer una lógica unívoca respecto a la correlación entre las distintas estrategias.
     
  • Desde la acción concreta, y  considerando los referentes feministas, de despatriarcalización, descolonización, interculturalidad y educación popular, el Programa ha interpelado patrones de relacionamiento y valoración tradicionales excluyentes y discriminatorios, promoviendo cambios culturales hacia la descolonización y despatriarcalización. En ese marco, la Coordinadora de la Mujer (CM) apuesta por aprovechar el contexto para una estrategia que desde los cambios normativos detone procesos más amplios de transformación del orden social y cultural vigente.
     
  • En un contexto político complejo del actual proceso de cambio, se reconoce como factor clave el liderazgo y credibilidad de la CM, así como sus capacidades de respuesta y “adaptación” a distintas coyunturas, dinamizadora, articuladora y movilizadora.  En función a lo anterior, “se ha ganado la confianza, es la única” (dirigenta) de organizaciones sociales y autoridades al más alto nivel, lo que la he permitido operar eficazmente en la construcción de alianzas, incidencia y consecución de los resultados buscados.
  • Este Programa también marca un cambio de una mirada centrada en las afiliadas a una priorización del relacionamiento y alianzas con movimientos y organizaciones sociales de mujeres.  Este cambio de enfoque responde al contexto y nuevo “pacto social”, lo que conlleva a mediano plazo y desde la experiencia concreta, reflexionar y discutir sobre el concepto de “red”, el rol y enfoque de trabajo con las afiliadas y con las organizaciones sociales como actoras de este nuevo pacto social.
     
  • En función a lo anterior, el Programa se ha implementado a partir de un modelo de gestión “de base ancha”, que marca hitos en los parámetros tradicionales de gestión de programas/proyectos de la Coordinadora de la Mujer y en términos más generales de las redes y ONGs, pues parte de a) relaciones horizontales, de alianza y co-responsabilidad con organizaciones tradicionalmente consideradas “beneficiarias” y que la CM considera “actoras políticas”; b) aprovecha y a su vez potencializa la capacidad instalada, el conocimiento del contexto, las redes y experiencias  de las afiliadas a nivel subnacional en la construcción del Programa.
     
  • El Programa ha generado muchos aprendizajes y buenas prácticas que servirán de referencia para el futuro cercano, a mediano y largo plazo. En este análisis se reconocen como factores de éxito los siguientes: a) La confianza, sustentada en relaciones horizontales y de respeto; b) la articulación entre mujeres de organizaciones sociales y mujeres de instituciones y el empoderamiento de mujeres lideresas y organizaciones de mujeres; c) el compromiso/movilización de las organizaciones de mujeres para impulsar la agenda política de las mujeres; d) el involucramiento y alianzas estratégicas con el ejecutivo y el legislativo; e) una coordinación eficiente; f) personal técnico comprometido; g) voluntad y prioridad del cumplimiento del convenio. 
     
  • En general se observa que el grado de continuidad y sostenibilidad potencial de los procesos y resultados es variado de acuerdo con los contextos, el grado de avance de las propuestas, la disponibilidad de recursos, el compromiso asumido con las acciones del Programa y su articulación con programas y redes de más largo alcance. Con todo ello, la experiencia del Programa servirá de base para la elaboración del nuevo plan estratégico y plan trienal de la CM, y la gestión correspondiente de financiamiento, lo que genera alto potencial de continuidad y profundización de los procesos y resultados, y de aprovechamiento de todos los aprendizajes, logros y condiciones generadas. Por otro lado, la articulación con planes estratégicos y operativos las afiliadas posibilita la continuidad de estrategias del Programa.
     
  • Un balance general permite al equipo evaluador concluir que la apuesta de la CM expresada en el Programa fue visionaria, y que su implementación ha permitido no sólo impactar decisivamente a nivel legal y normativo, sino generar cambios y procesos con y para las mujeres, que tienen que ver con la construcción de un movimiento de mujeres plurales y diversas, el fortalecimiento de las organizaciones, el empoderamiento y autonomía individual.
     
  • El Programa ha contribuido así a un proceso de transformación profundo, a partir del accionar político feminista crítico y en el marco de la construcción de una democracia plural.  Se están sentando las bases político – ideológicas para la transformación de las estructuras patriarcales; la consolidación y los impactos de estos procesos en la vida concreta e integral de las mujeres se verán a mediano y largo plazo.
     
  • Respecto al logro de los resultados y pronóstico hasta la finalización del Programa, el equipo evaluador coincide con la CM[2] en términos de que las metas respecto a leyes aprobadas y COMs, correspondientes al resultado 2, no se alcanzarán, por factores externos al Programa: el gobierno no ha cumplido con su oferta de promulgación de 100 leyes, que fue parte de los supuestos del Programa; los procesos autonómicos departamentales y municipales se han estancado.

 

  • En relación a los resultados 1 y 3, las probabilidades de consecución son buenas, y en el caso de algunos indicadores y metas, se han superado las metas y expectativas.

 

  • En función a todo lo anterior, las principales recomendaciones del equipo evaluador son:

 

→  Para potenciar eficacia y eficiencia

* Desarrollar una metodología y proceso participativos de análisis de situación y escenarios posibles a nivel departamental y municipal; focalizar esfuerzos en departamentos y municipios con avances en el proceso autonómico y buenas posibilidades; considerar dónde el Programa puede hacer la diferencia.

*   En ese marco, revisar/validar las propuestas de ajuste de metas del marco lógico presentadas al FIG en marzo pasado (principalmente reducción de las metas en cuanto a leyes aprobadas con enfoque de género y derechos, y reducción de un 50% en el número de COMs aprobados).

→  Continuidad/sostenibilidad

*    Desarrollar un plan de salida/continuidad o estrategia conjunta a futuro.

*   Analizar posibilidades para dar continuidad a los procesos de formación, destacando el abordaje desde el inter-aprendizaje y los contenidos innovadores.  Analizar la posibilidad de aprovechar capacidades instaladas (escuelas de afiliadas, radios, medios de comunicación). Desarrollar un espacio de intercambio entre distintas experiencias de “escuelas” para mujeres líderes/dirigentes.

*     A partir de la experiencia concreta y en articulación con los procesos de gestión de conocimiento, abrir espacios de diálogo, reflexión y construcción de propuestas a futuro en torno a distintas temáticas y con diversos actores.

→  Fortalecimiento de capacidades y gestión de conocimientos

*     Priorizar la atención en líderes mujeres con miras a las nuevas elecciones, capitalizando experiencias.

*     Seleccionar un grupo de ex participantes de la Escuela para desarrollar un proceso de “formación de formadoras”.

*     Potenciar los procesos de fortalecimiento institucional y desarrollo de capacidades de las afiliadas: Desarrollar y/o transferir herramientas, metodologías, sistemas.

*     Transferir la metodología y el sistema de monitoreo a las afiliadas.

*     Desarrollar guías de trabajo conceptuales, estratégicas, metodológicas (ej. de incidencia, construcción de alianzas) a partir de la sistematización de las experiencias.

*     En el marco de lo que ya se tiene previsto, desarrollar distintas sistematizaciones con distintos productos (ej. documentos más académicos, metodologías, cartillas, videos, etc.) para diversas audiencias/propósitos, y potenciar el intercambio de experiencias.

→  Gestión del Programa

*   Analizar el rol e involucramiento de las afiliadas en la gestión política y estratégica general del Programa, incrementando los espacios de análisis y reflexión a nivel político y estratégico, y fortaleciendo la comunicación e información, su frecuencia y regularidad.

 

→  Evaluación final

*    Realizar la evaluación final del Programa durante el primer trimestre de 2014. En función a lo anterior, se recomienda una extensión sin costo del programa.

*     Aplicar ex ante una herramienta de recuperación de aprendizajes y buenas prácticas, incluyendo el costeo de aportes de las afiliadas y organizaciones aliadas.

*     Realizar ex ante una evaluación cualitativa específica sobre el Observatorio.

*     En perspectiva de la evaluación final, desarrollar un proceso interno de reflexión y “auto-evaluación” y priorizar la realización de una “evaluación feminista”, con énfasis en las dimensiones de poder, subjetividad y desde una perspectiva de transformación social; ONU Mujeres a nivel global está trabajando en esa temática y sería interesante recoger y aplicar algunos criterios y elementos, así como aprovechar la oportunidad para aportar desde la experiencia concreta.

→ A partir y más allá del Programa

*    Desarrollar una estrategia de información y relacionamiento hacia el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, en coordinación con la oficina de ONU Mujeres en Bolivia.

*     Se plantea el desafío de avanzar hacia el diseño e implementación de políticas públicas, así como motivar/articular un trabajo multiactoral y multisectoral, en alianza con otras iniciativas se instituciones, que incorpore (estratégicamente) el trabajo con hombres desde las masculinidades y un enfoque intergeneracional.

*    A nivel interno y partir del nuevo contexto y de la experiencia con las organizaciones matrices, que representa un cambio de enfoque de trabajo que responde a los cambios y nuevo “pacto social”, se recomienda a mediano plazo reflexionar sobre el concepto de “red”, el rol y enfoque de trabajo con las afiliadas.

Puede descargar la versión íntegra del Resumen Ejecutivo al final de la página. 



[1] Las 12 organizaciones sociales son: 1. Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos De Bolivia,  AOPEB; 2. Centro Afroboliviano para el Desarrollo Integral y Comunitarlio, CADIC; 3. Confederación de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia "Bartolina Sisa", CNMCIOB-"BS"; 4. Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia , CIDOB; 5. Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia, CNAMIB; 6. Confederación Nacional de Trabajadores Por Cuenta Propia, CNTCP; 7. Confederación Sindical de Mujeres de Comunidades Interculturales de Bolivia, CSMCIB; 8. Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo, CONAMAQ; 9. Federación de Caficultores Exportadores de Bolivia, FECAFEB; 10. Federación Nacional de Cooperativas Mineras, FENCOMIN; 11. Federación Nacional de Trabajadoras de Hogar, FENATRAHOB; y 12. Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas, FERRECO

[2] Ref. propuesta y solicitud de ajustes al Marco Lógica, enviada el 12 de marzo pasado por la CM al FIG.  


20 de Septiembre del 2013
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