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Pronunciamiento de la Alianza de Organizaciones de Sociedad Civil para la Eficacia del Desarrollo



Ante la progresiva difusión del COVID-19, la Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo expresa su solidaridad con los pueblos del mundo, especialmente las comunidades pobres y vulnerables en los países desarrollados y en desarrollo. También saludamos a los que están en primera línea, sobre todo a los trabajadores de la salud que valientemente continúan ayudando a las personas.

Más allá de sus impactos tangibles en nuestra salud y nuestras vidas, creemos que el COVID-19 evidencia una pandemia subyacente de desigualdad, que hace que el peldaño más bajo y la mayoría de nuestra sociedad, sean más vulnerables a las crisis sanitarias. Somos testigos de la difícil situación de nuestros hermanos y hermanas que padecen condiciones miserables, en entornos con escaso acceso a alimentos, agua y saneamiento, entre otros requisitos básicos para una vida saludable. Estamos profundamente preocupados por los ancianos, las mujeres y los niños, los migrantes y refugiados y las personas con discapacidad. Son ellos los que se llevan la peor parte de esta crisis, y se les debería dar prioridad para enfrentar esta pandemia.

Hacemos un llamado con respuestas concretas de nuestros gobiernos, los titulares de deberes, para asegurarnos de que combatiremos esto juntos. Más importante aún, les instamos a reconsiderar la forma en que dirigimos el mundo, para reducir la brecha que nos trajo hasta aquí.

Para conocer el pronunciamiento completo, descargar el documento.

28 de Marzo del 2020
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Pronunciamiento de la Alianza de Organizaciones de Sociedad Civil para la Eficacia del Desarrollo



Ante la progresiva difusión del COVID-19, la Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo expresa su solidaridad con los pueblos del mundo, especialmente las comunidades pobres y vulnerables en los países desarrollados y en desarrollo. También saludamos a los que están en primera línea, sobre todo a los trabajadores de la salud que valientemente continúan ayudando a las personas.

Más allá de sus impactos tangibles en nuestra salud y nuestras vidas, creemos que el COVID-19 evidencia una pandemia subyacente de desigualdad, que hace que el peldaño más bajo y la mayoría de nuestra sociedad, sean más vulnerables a las crisis sanitarias. Somos testigos de la difícil situación de nuestros hermanos y hermanas que padecen condiciones miserables, en entornos con escaso acceso a alimentos, agua y saneamiento, entre otros requisitos básicos para una vida saludable. Estamos profundamente preocupados por los ancianos, las mujeres y los niños, los migrantes y refugiados y las personas con discapacidad. Son ellos los que se llevan la peor parte de esta crisis, y se les debería dar prioridad para enfrentar esta pandemia.

Hacemos un llamado con respuestas concretas de nuestros gobiernos, los titulares de deberes, para asegurarnos de que combatiremos esto juntos. Más importante aún, les instamos a reconsiderar la forma en que dirigimos el mundo, para reducir la brecha que nos trajo hasta aquí.

Para conocer el pronunciamiento completo, descargar el documento.

28 de Marzo del 2020
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