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Declaración del Foro de Sociedad Civil de la 3era Conferencia de Población y Desarrollo (Agosto 2018)



Este lunes nos reunimos 250 personas, de más de 100 redes, organizaciones y colectivos en el foro regional de sociedad civil, para trabajar en conjunto las prioridades de nuestra región, y estoy aquí antes ustedes para compartir los resultados de nuestro análisis sobre la situación actual que se está viviendo en nuestros países y sobre el informe presentado en esta III Reunión de la Conferencia Regional de Población y Desarrollo.

En este espacio, el Consenso de Montevideo es el corazón y nuestros trabajos giran en torno a él. El Consenso establece los temas que nos convocan, así como nos marca el rol crucial de la sociedad civil y las redes regionales para lograr una implementación efectiva. El Consenso de Montevideo expresa una agenda de derechos, porque además de ser muy completa e integral, reconoce de forma total que la igualdad de género, los derechos sexuales y los derechos reproductivos son condición fundamental para lograr el desarrollo sostenible.

Sin embargo, en el informe regional no se están resaltando y recuperando estos avances, hace caso omiso a los desafíos reales que siguen sin reconocerse ni atenderse en nuestros países. Se aleja del espíritu del Consenso de Montevideo y muestra que no se está recopilando la información necesaria para hacer políticas efectivas, necesitamos que la información se genere y se desagregue por sexo, orientación sexual, identidad de género, edad, etnia, raza, estado migratorio, discapacidad, condición de salud y localización geográfica, entre otras que se consideren pertinentes.

El Informe pone en evidencia que los países de la región tienen un largo camino por recorrer en la implementación de la agenda de población y desarrollo, y que se requiere de una firme decisión política para poner en marcha políticas con presupuestos suficientes y adecuados, de manera que sea posible profundizar los avances y evitar estancamientos o retrocesos.

En los últimos cinco años, desde su aprobación, hemos asistido al creciente deterioro de las democracias presidencialistas, las crisis de los partidos políticos y la institucionalidad en la gran mayoría de los países de la región. La distribución inequitativa de la riqueza, la exclusión y marginalización de amplios sectores de la población, están llevando la violencia y la corrupción a nuevas dimensiones y territorios que nos dejan en un constante estado de inseguridad, con altos índices de violaciones a los derechos humanos y crisis humanitarias no reconocidas por los gobiernos. Se han profundizado las desigualdades de condiciones de vida por razones étnico/raciales, culturales y generacionales que se suman a la desigualdad de género, agravando sus efectos y alejándonos del desarrollo sostenible.

Recordemos en qué región vivimos, en estos años hemos experimentado demasiadas desilusiones. De México a Argentina, pasando por Centroamérica, los feminicidios y los crímenes de odio basados en homo/lesbo/transfobia se han incrementado, los Acuerdos de Paz en Colombia y su enfoque de género, son un avance, pero aún falta su consolidación para superar la guerra; continúa el éxodo venezolano por la crisis económica y política, las graves violaciones de Derechos Humanos, tienen hoy su rostro más impune en Nicaragua, con decenas de personas asesinadas, desaparecidas y perseguidas por el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Se han ido naturalizando en la región, ataques de todo tipo a líderes sociales y asesinatos de defensoras de derechos humanos y territorios; que  se acentúa cuando persiste impunidad y complicidad entre Estado y sector privado.

Nuestra región, la más desigual del mundo, es también racista y excluyente. Las mujeres negras, las indígenas, con discapacidad y las migrantes, siguen esperando turno para el reconocimiento de sus derechos. Mientras que las trabajadores sexuales, las lesbianas, las mujeres con VIH y las jóvenes, están en lucha permanente por la concreción y ejercicio de derechos en la vida cotidiana.

La corrupción se traduce en dinero público para bolsillos privados, en lugar de en políticas de atención a todas las personas. Los retrocesos persisten en materia de inclusión y acceso universal a los servicios básicos de salud, educación, trabajo, protección social. No se han logrado avances para erradicar la transmisión vertical del VIH, continúa el desabasto de reactivos y de tratamiento para la atención de VIH, Tuberculosis y Malaria. La discriminación y el estigma continúan vigentes, en detrimento de los derechos humanos de las personas con VIH.

El Consenso de Montevideo reconoce que el Estado laico es condición indispensable para la garantía de derechos. Exigimos la separación entre Estado e iglesias para evitar obstáculos adicionales al gran reto que de por sí tienen los estados para proveer servicios de salud sexual y salud reproductiva, para garantizar el acceso a la amplia gama de opciones de anticoncepción, incluyendo la anticoncepción de emergencia. Para prevenir el embarazo en adolescentes garantizando la autonomía progresiva y las opciones de desarrollo para las personas adolescentes y jóvenes; y para fomentar la educación laica y de calidad, que cuestione las relaciones desiguales de poder basadas en el género, y que incluya programas de Educación Integral en Sexualidad.

La presión de grupos fundamentalistas, ha logrado confundir a las personas encargadas de implementar los múltiples compromisos que se han firmado, con campañas construidas con base en mentiras para desestimar el trabajo arduo de más de 50 años de feminismo para la construcción de políticas con perspectiva de género, buscan reinstalar Estados confesionales, cuya única acción política está basada en una oposición manifiesta al avance de las garantías estatales respecto a los Derechos Humanos. Con posturas tan extremas como las que patologizan a las personas LGBTIQ, niegan el alto índice de feminicidios en América Latina y promueven el odio, legitimando la discriminación y la violencia.

Desde la sociedad estamos comprometidas y trabajando para el cumplimiento efectivo de los objetivos y metas del Consenso de Montevideo, para ello es necesaria -en los países que aún no existen- la conformación a corto plazo de mecanismos nacionales de seguimiento de su cumplimiento, con participación activa de organizaciones de la sociedad civil comprometidas con sus objetivos y contenido.

Se ha dicho que la revolución feminista, la más importante del siglo, es silenciosa, es cierto. No está teñida por el ruido de las armas, pero tiene el contingente histórico más preparado de todos los siglos: millones de mujeres de todas las edades y en toda su diversidad, y hoy más que nunca jóvenes, se saben dueñas -titulares- de sus derechos. Son la resistencia y representan el cambio. De ahí que se hayan exacerbado las furias de un rezagado patriarcado que se niega a perder privilegios en favor de una sociedad igualitaria. Como si prohibir palabras o impedir leyes pudiera revertir los cambios.

Vamos a resistir y defender nuestros avances. Los movimientos de mujeres y feministas, vamos a continuar vigilando y denunciando las violaciones de derechos por los que los gobiernos tienen que responder. Las feministas estamos aquí, empujando nuestros derechos y siguiendo la “Marea verde” por todo el continente, este 8 de Agosto ¡el aborto será ley en Argentina! y de ahí seguirá el avance en cascada en toda la región.

 

 

Lima, 7 de agosto de 2018

 

Acción Joven – Honduras

ACDemocracia – Acción Ciudadana por la Democracia y el Desarrollo - Ecuador

Agrupación Ciudadana

Agrupación Ciudadana por la despenalización del Aborto 0 El Salvador

Agrupación Ciudadana por las Despenalización del Aborto – El Salvador

AKELARRE Colectiva Feminista – El Salvador

Alianza Latinoamericana y Caribeña de Juventudes – Alianza LAC

Articulación Alerta Montevideo - Bolivia

Articulación Femin9ista Marcosur AFM

Articulación Salvadoreña por el consenso de Montevideo Asociación Ciudadana ACCEDER

Asociación Ciudadana ACCEDER – Costa Rica

Asociación de Desarrollo Sostenible LGTBIQ – Costa Rica

Asociación de Mujeres Jovenes Feministas Ameyalli – El Salvador

Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe - ILGALAC

Asociación Sueca para la Educación Sexual RFSU

Asociación TAN UX’IL – Guatemala Asociación Tesai Reka – Paraguay Balance – México

BECA - Paraguay

Campaña         por       la         Convención     Interamericana de        derechos          sexuales          y            derechos reproductivos

Católicas por el Derechos a Decidir – Colombia Católicas por el Derechos a Decidir – México Católicas por el Derechos a Decidir – Perú Centro de Derechos de Mujeres – Honduras Centro de Estudios de la Mujer - Honduras Centro de la Mujer Peruana Flora Tristan – Perú

Centro para el Desarrollo y la Cooperación LGTBI

Centro para el Desarrollo y la Cooperación SOMOS CDC – Honduras CEPAM – Guayaquil- Ecuador

CEPROSAF –  Honduras CIPAF – República Dominicana

Closet de Sor Juna AC – México Coalición Nacional de Mujeres – Ecuador Colectiva Amorales – El Salvador

Colectiva Feminista para el Desarrollo Local Colectiva Mujer y Salud – República Dominicana Colectiva Peras del Olmo – Costa Rica

Colectiva Tener Ovarios – Panamá

Colectivo Género y Teología para el Desarrollo - Bolivia Colectivo Interdisciplinario de Investigación – Honduras

Comité de seguimiento al Consenso de Montevideo – Costa Rica

CONAMUCA Confederación Nacional de Mujeres del Campo n- República Dominicana Consorcio para El Dialogo Parlamentario

Coordinadora de la Mujer Bolivia

Coordinara 28 de mayo – Guatemala Cotidiano Mujer – Uruguay

DAWN

Elige Red de jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos AC Equality Now

Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia – México Espacio de Interlocución entre Población y Desarrollo – Honduras Espacio encuentro de mujeres – Panamá

Fondo de aborto para la Justicia Social MARIA – México Foro Feminista Magali Pineda

Fundación Arco Iris por el Respeto a la Diversidad Sexual AC – México Fundación Vencer – Paraguay

GOJoven – Guatemala GOjoven – Honduras

Grupo Multidisciplinario/Grupo Impulsor Cairo y Montevideo – Guatemala ICW Latina

ILCO Iglesia Luterana – Costa Rica

Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de DDHH INPPARES - Perú

IPPF Región Hemisferio Occidental

Jóvenes Voceros y Voceras en Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos – El Salvador

La Plataforma Derechos – Honduras

La Sombrilla Feminista – Centroamérica

LAS DIGNAS Asociación de Mujeres Por la Dignidad y la Vida – El Salvador Luna Nueva – Paraguay

Médicos del Mundo - El Salvador Minervas - El Salvador

Mujer y Salud MYSU – Uruguay

Organización de Desarrollo Etnico Comunitario ODECO - Honduras Organización de Mujeres Tierra Viva – Guatemala

ORMUSA – El Salvador Orquídeas del Mar – El Salvador

Plataforma de Derechos Aquí y Ahora – Honduras Plataforma de Derechos Aquí y Ahora RHRN - Bolivia Plataforma Salvadoreña de Juventudes

PROMSEX – Perú

REBRAPD – Brasil

Red Coincidir. Juventudes por los derechos sexuales y reproductivos – El Salvador Red COIPRODEN - Honduras

Red de Educación Popular entre Mujeres - REPEM

Red de jóvenes para la Incidencia Política INCIDEJOVEN Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales – Bolivia

Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe RSMLAC

Red Latinoamericana y Caribeña de Jóvenes por los derechos sexuales RedLAC Red latinoamericana y del Caribe de Católicas por el Derecho a Decidir

Red Nacional Coincidir – El Salvador

Red Nacional de Juventudes RNJ – Nicaragua REDTRASEX

RESURJ

RHRN – Curacao SENDAS – Ecuador

Vecinas Feministas por la Justicia Sexual y Reproductiva en América Latina

15 de Agosto del 2018
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Declaración del Foro de Sociedad Civil de la 3era Conferencia de Población y Desarrollo (Agosto 2018)



Este lunes nos reunimos 250 personas, de más de 100 redes, organizaciones y colectivos en el foro regional de sociedad civil, para trabajar en conjunto las prioridades de nuestra región, y estoy aquí antes ustedes para compartir los resultados de nuestro análisis sobre la situación actual que se está viviendo en nuestros países y sobre el informe presentado en esta III Reunión de la Conferencia Regional de Población y Desarrollo.

En este espacio, el Consenso de Montevideo es el corazón y nuestros trabajos giran en torno a él. El Consenso establece los temas que nos convocan, así como nos marca el rol crucial de la sociedad civil y las redes regionales para lograr una implementación efectiva. El Consenso de Montevideo expresa una agenda de derechos, porque además de ser muy completa e integral, reconoce de forma total que la igualdad de género, los derechos sexuales y los derechos reproductivos son condición fundamental para lograr el desarrollo sostenible.

Sin embargo, en el informe regional no se están resaltando y recuperando estos avances, hace caso omiso a los desafíos reales que siguen sin reconocerse ni atenderse en nuestros países. Se aleja del espíritu del Consenso de Montevideo y muestra que no se está recopilando la información necesaria para hacer políticas efectivas, necesitamos que la información se genere y se desagregue por sexo, orientación sexual, identidad de género, edad, etnia, raza, estado migratorio, discapacidad, condición de salud y localización geográfica, entre otras que se consideren pertinentes.

El Informe pone en evidencia que los países de la región tienen un largo camino por recorrer en la implementación de la agenda de población y desarrollo, y que se requiere de una firme decisión política para poner en marcha políticas con presupuestos suficientes y adecuados, de manera que sea posible profundizar los avances y evitar estancamientos o retrocesos.

En los últimos cinco años, desde su aprobación, hemos asistido al creciente deterioro de las democracias presidencialistas, las crisis de los partidos políticos y la institucionalidad en la gran mayoría de los países de la región. La distribución inequitativa de la riqueza, la exclusión y marginalización de amplios sectores de la población, están llevando la violencia y la corrupción a nuevas dimensiones y territorios que nos dejan en un constante estado de inseguridad, con altos índices de violaciones a los derechos humanos y crisis humanitarias no reconocidas por los gobiernos. Se han profundizado las desigualdades de condiciones de vida por razones étnico/raciales, culturales y generacionales que se suman a la desigualdad de género, agravando sus efectos y alejándonos del desarrollo sostenible.

Recordemos en qué región vivimos, en estos años hemos experimentado demasiadas desilusiones. De México a Argentina, pasando por Centroamérica, los feminicidios y los crímenes de odio basados en homo/lesbo/transfobia se han incrementado, los Acuerdos de Paz en Colombia y su enfoque de género, son un avance, pero aún falta su consolidación para superar la guerra; continúa el éxodo venezolano por la crisis económica y política, las graves violaciones de Derechos Humanos, tienen hoy su rostro más impune en Nicaragua, con decenas de personas asesinadas, desaparecidas y perseguidas por el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Se han ido naturalizando en la región, ataques de todo tipo a líderes sociales y asesinatos de defensoras de derechos humanos y territorios; que  se acentúa cuando persiste impunidad y complicidad entre Estado y sector privado.

Nuestra región, la más desigual del mundo, es también racista y excluyente. Las mujeres negras, las indígenas, con discapacidad y las migrantes, siguen esperando turno para el reconocimiento de sus derechos. Mientras que las trabajadores sexuales, las lesbianas, las mujeres con VIH y las jóvenes, están en lucha permanente por la concreción y ejercicio de derechos en la vida cotidiana.

La corrupción se traduce en dinero público para bolsillos privados, en lugar de en políticas de atención a todas las personas. Los retrocesos persisten en materia de inclusión y acceso universal a los servicios básicos de salud, educación, trabajo, protección social. No se han logrado avances para erradicar la transmisión vertical del VIH, continúa el desabasto de reactivos y de tratamiento para la atención de VIH, Tuberculosis y Malaria. La discriminación y el estigma continúan vigentes, en detrimento de los derechos humanos de las personas con VIH.

El Consenso de Montevideo reconoce que el Estado laico es condición indispensable para la garantía de derechos. Exigimos la separación entre Estado e iglesias para evitar obstáculos adicionales al gran reto que de por sí tienen los estados para proveer servicios de salud sexual y salud reproductiva, para garantizar el acceso a la amplia gama de opciones de anticoncepción, incluyendo la anticoncepción de emergencia. Para prevenir el embarazo en adolescentes garantizando la autonomía progresiva y las opciones de desarrollo para las personas adolescentes y jóvenes; y para fomentar la educación laica y de calidad, que cuestione las relaciones desiguales de poder basadas en el género, y que incluya programas de Educación Integral en Sexualidad.

La presión de grupos fundamentalistas, ha logrado confundir a las personas encargadas de implementar los múltiples compromisos que se han firmado, con campañas construidas con base en mentiras para desestimar el trabajo arduo de más de 50 años de feminismo para la construcción de políticas con perspectiva de género, buscan reinstalar Estados confesionales, cuya única acción política está basada en una oposición manifiesta al avance de las garantías estatales respecto a los Derechos Humanos. Con posturas tan extremas como las que patologizan a las personas LGBTIQ, niegan el alto índice de feminicidios en América Latina y promueven el odio, legitimando la discriminación y la violencia.

Desde la sociedad estamos comprometidas y trabajando para el cumplimiento efectivo de los objetivos y metas del Consenso de Montevideo, para ello es necesaria -en los países que aún no existen- la conformación a corto plazo de mecanismos nacionales de seguimiento de su cumplimiento, con participación activa de organizaciones de la sociedad civil comprometidas con sus objetivos y contenido.

Se ha dicho que la revolución feminista, la más importante del siglo, es silenciosa, es cierto. No está teñida por el ruido de las armas, pero tiene el contingente histórico más preparado de todos los siglos: millones de mujeres de todas las edades y en toda su diversidad, y hoy más que nunca jóvenes, se saben dueñas -titulares- de sus derechos. Son la resistencia y representan el cambio. De ahí que se hayan exacerbado las furias de un rezagado patriarcado que se niega a perder privilegios en favor de una sociedad igualitaria. Como si prohibir palabras o impedir leyes pudiera revertir los cambios.

Vamos a resistir y defender nuestros avances. Los movimientos de mujeres y feministas, vamos a continuar vigilando y denunciando las violaciones de derechos por los que los gobiernos tienen que responder. Las feministas estamos aquí, empujando nuestros derechos y siguiendo la “Marea verde” por todo el continente, este 8 de Agosto ¡el aborto será ley en Argentina! y de ahí seguirá el avance en cascada en toda la región.

 

 

Lima, 7 de agosto de 2018

 

Acción Joven – Honduras

ACDemocracia – Acción Ciudadana por la Democracia y el Desarrollo - Ecuador

Agrupación Ciudadana

Agrupación Ciudadana por la despenalización del Aborto 0 El Salvador

Agrupación Ciudadana por las Despenalización del Aborto – El Salvador

AKELARRE Colectiva Feminista – El Salvador

Alianza Latinoamericana y Caribeña de Juventudes – Alianza LAC

Articulación Alerta Montevideo - Bolivia

Articulación Femin9ista Marcosur AFM

Articulación Salvadoreña por el consenso de Montevideo Asociación Ciudadana ACCEDER

Asociación Ciudadana ACCEDER – Costa Rica

Asociación de Desarrollo Sostenible LGTBIQ – Costa Rica

Asociación de Mujeres Jovenes Feministas Ameyalli – El Salvador

Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe - ILGALAC

Asociación Sueca para la Educación Sexual RFSU

Asociación TAN UX’IL – Guatemala Asociación Tesai Reka – Paraguay Balance – México

BECA - Paraguay

Campaña         por       la         Convención     Interamericana de        derechos          sexuales          y            derechos reproductivos

Católicas por el Derechos a Decidir – Colombia Católicas por el Derechos a Decidir – México Católicas por el Derechos a Decidir – Perú Centro de Derechos de Mujeres – Honduras Centro de Estudios de la Mujer - Honduras Centro de la Mujer Peruana Flora Tristan – Perú

Centro para el Desarrollo y la Cooperación LGTBI

Centro para el Desarrollo y la Cooperación SOMOS CDC – Honduras CEPAM – Guayaquil- Ecuador

CEPROSAF –  Honduras CIPAF – República Dominicana

Closet de Sor Juna AC – México Coalición Nacional de Mujeres – Ecuador Colectiva Amorales – El Salvador

Colectiva Feminista para el Desarrollo Local Colectiva Mujer y Salud – República Dominicana Colectiva Peras del Olmo – Costa Rica

Colectiva Tener Ovarios – Panamá

Colectivo Género y Teología para el Desarrollo - Bolivia Colectivo Interdisciplinario de Investigación – Honduras

Comité de seguimiento al Consenso de Montevideo – Costa Rica

CONAMUCA Confederación Nacional de Mujeres del Campo n- República Dominicana Consorcio para El Dialogo Parlamentario

Coordinadora de la Mujer Bolivia

Coordinara 28 de mayo – Guatemala Cotidiano Mujer – Uruguay

DAWN

Elige Red de jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos AC Equality Now

Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia – México Espacio de Interlocución entre Población y Desarrollo – Honduras Espacio encuentro de mujeres – Panamá

Fondo de aborto para la Justicia Social MARIA – México Foro Feminista Magali Pineda

Fundación Arco Iris por el Respeto a la Diversidad Sexual AC – México Fundación Vencer – Paraguay

GOJoven – Guatemala GOjoven – Honduras

Grupo Multidisciplinario/Grupo Impulsor Cairo y Montevideo – Guatemala ICW Latina

ILCO Iglesia Luterana – Costa Rica

Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de DDHH INPPARES - Perú

IPPF Región Hemisferio Occidental

Jóvenes Voceros y Voceras en Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos – El Salvador

La Plataforma Derechos – Honduras

La Sombrilla Feminista – Centroamérica

LAS DIGNAS Asociación de Mujeres Por la Dignidad y la Vida – El Salvador Luna Nueva – Paraguay

Médicos del Mundo - El Salvador Minervas - El Salvador

Mujer y Salud MYSU – Uruguay

Organización de Desarrollo Etnico Comunitario ODECO - Honduras Organización de Mujeres Tierra Viva – Guatemala

ORMUSA – El Salvador Orquídeas del Mar – El Salvador

Plataforma de Derechos Aquí y Ahora – Honduras Plataforma de Derechos Aquí y Ahora RHRN - Bolivia Plataforma Salvadoreña de Juventudes

PROMSEX – Perú

REBRAPD – Brasil

Red Coincidir. Juventudes por los derechos sexuales y reproductivos – El Salvador Red COIPRODEN - Honduras

Red de Educación Popular entre Mujeres - REPEM

Red de jóvenes para la Incidencia Política INCIDEJOVEN Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales – Bolivia

Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe RSMLAC

Red Latinoamericana y Caribeña de Jóvenes por los derechos sexuales RedLAC Red latinoamericana y del Caribe de Católicas por el Derecho a Decidir

Red Nacional Coincidir – El Salvador

Red Nacional de Juventudes RNJ – Nicaragua REDTRASEX

RESURJ

RHRN – Curacao SENDAS – Ecuador

Vecinas Feministas por la Justicia Sexual y Reproductiva en América Latina

15 de Agosto del 2018
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